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Estudio del IBEM UDD evidencia cuáles son las estrategias emocionales de las distintas generaciones 

La manera en que las distintas generaciones gestionan sus emociones estaría creando un impacto tanto en su bienestar como en sus relaciones interpersonales. Así lo revela un reciente informe del Instituto de Bienestar Socioemocional de la Universidad del Desarrollo (IBEM UDD), el cual da cuenta de estas diferencias y revela cómo las estrategias emocionales de los Boomers, la Generación X, los Millennials y la Generación Z afectan su salud mental y sus interacciones sociales.  

Según Jaime Silva, director del IBEM UDD, el análisis muestra que existe dos perfiles de regulación emocional. El primero es el estilo inhibido, donde las personas suelen priorizar la estabilidad y la seguridad emocional, manteniéndose a menudo en un plano racional. “Buscan evitar el conflicto emocional y muestran resistencia a compartir sus emociones de manera abierta, lo cual puede llevar a una desconexión con las propias emociones y las de los demás”, comentó el académico.  

Por otro lado, está el estilo expresivo, donde los individuos tienden a buscar más cercanía y apoyo emocional de los demás. “Son más expresivos y dispuestos a hablar de sus emociones, aunque muchas veces también pueden intentar controlar las interacciones para garantizar esa contención emocional”, destacó Silva. 

En cuanto a las generaciones mayores, como los Boomers (55%) y la Generación X (43%), tienden a emplear un estilo de regulación emocional más inhibido, basado en la contención y el manejo discreto de las emociones. En contraste, los Millennials (64%) y la Generación Z (74%) prefieren una expresión emocional abierta, destacando la importancia de la conexión y la transparencia emocional. Estas diferencias generan desafíos y tensiones en ambientes tanto sociales como laborales, donde estas formas opuestas de manejo emocional pueden entrar en conflicto. 

El estudio también destaca que las generaciones mayores reportan un sentido de propósito y conexión con el momento presente más amplio, lo que contribuye significativamente a su bienestar psicológico. Por otro lado, los más jóvenes experimentan menores niveles de bienestar en estos aspectos, probablemente influenciadas por una realidad marcada por la hiperconectividad y la incertidumbre social. 

Una de las conclusiones más destacadas del estudio es la importancia de la flexibilidad emocional. Las personas que logran adaptar su estilo de regulación emocional, según las circunstancias específicas, muestran un bienestar superior, experimentando menos tensiones y una mayor satisfacción en sus relaciones tanto intergeneracionales como personales. 

Finalmente, se subraya la relevancia de comprender y manejar las diferencias generacionales en el manejo emocional, promoviendo un mejor entendimiento y armonía en la sociedad actual. 

Revisa el estudio aquí:

Estudio IBEM UDDDescarga