Sentido urbano responsable: Arquitecto UDD reutiliza edificios antiguos para convertirlos en viviendas
“Nunca quise ser un arquitecto clásico”, así se define Joaquín Duch, alumni de la carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo y actual gerente de bienes raíces de Cassá Estudio. Este emprendimiento, iniciado junto a sus hermanos Simón y Tomás en 2020, se dedica al sector inmobiliario con un enfoque urbano y patrimonial responsable, reconvirtiendo edificios abandonados o antiguas oficinas en viviendas.
Duch explica que el objetivo de Cassá Estudio es crear hogares y renovar ciudades para poder entregar un aporte urbano. “No queremos demoler edificios para luego construir uno nuevo que no entregue valor arquitectónico a la ciudad. Una forma de contribuir es reutilizar lo que ya existe. Todos nuestros proyectos tienen algún grado de protección, pues se trata de modelos de conservación histórica”. Actualmente, operan bajo el concepto multifamily, que consiste en edificios residenciales de un solo propietario, diseñados exclusivamente para el alquiler.
Respecto al proceso de adquisición de un edificio, el arquitecto comenta que él se encarga de los espacios. “Reviso los planos y calculo cuántos departamentos y locales comerciales puede haber en el edificio. Con base en eso, se hacen las evaluaciones económicas y se trabaja en una oferta”, enfatiza.
Al día de hoy, tienen dos edificios habitados. El primero, construido en 1929 y ubicado en República (Santiago Centro), antiguamente funcionó como una casona residencial y luego como instituto educacional. Ahora cuenta con 14 departamentos y tres locales comerciales, donde se instalaron nuevos sistemas eléctricos, sanitarios, pisos y climatización.
El segundo edificio se encuentra en Monjitas, en el barrio de Bellas Artes. Construido en 1943 como una gran casa, ahora alberga 13 departamentos y un local comercial. Según Duch, la intención de este proyecto fue combinar el romanticismo de la época con el diseño contemporáneo. Además, existe un tercer inmueble en el barrio París-Londres, que está en etapa de construcción.
Uno de los mayores desafíos que han enfrentado los hermanos Duch es encontrar los edificios adecuados, ya que es necesario hacer recorridos y revisar la parte estructural. “Muchos tienen casi 100 años y en parte son de adobe. Trabajar con ese material es complejo porque hay que reforzarlo con acero o con hormigón y cada solución es distinta. Eso alarga los procesos de construcción y aumenta los costos”, explica el alumni UDD.
Joaquín Duch asegura que no fue fácil dar el paso para iniciar este emprendimiento, por lo que recomienda tener ideas claras al empezar una startup. “Hay una parte de talento, pero al final hay que trabajar duro y ser constante. Hay que ser consciente de que el dinero no se gana en el primer negocio. Esto no es una carrera corta, es más bien como un maratón”, concluye.