Transformando espacios: Alumni de Arquitectura adapta duchas para personas con movilidad reducida
En 2021, Javier Orellana —titulado de Arquitectura, sede Concepción, en 2016— trabajaba como independiente en la remodelación de un departamento en Santiago, todo iba bien hasta que vio una cañería que no le permitiría desmontar la tina para instalar un receptáculo prefabricado. Luego de pensar en cómo resolverlo, se percató de que podía rebajar una parte de ella. De esta manera, y gracias a la aplicación de distintas técnicas aprendidas en la Universidad del Desarrollo, no solo encontró una solución, sino que también su emprendimiento: “Ducha Segura”.
El negocio de este alumni consiste principalmente en rebajar una parte de la tina para que una persona con movilidad reducida tenga un acceso más simple a ella, y así bañarse sin mayores problemas. “Había personas que no se podían duchar todos los días porque les costaba entrar a la tina o que simplemente tenían que esperar a que llegara un familiar para ayudarlos. Ahí entendí que la autovalencia de cada persona es fundamental para vivir hoy en día”, comenta Orellana.
El camino de Orellana con «Ducha Segura» ha sido un proceso continuo de aprendizaje. Cada pedido que recibe es único, porque todos los clientes tienen una necesidad distinta, como la instalación de manillas o de un asiento plegable, esto significa que todos los trabajos son personalizados.
Por el lado de los desafíos que ha debido enfrentar, el arquitecto explica que, principalmente, han tenido relación con cómo prevenir filtraciones de agua y encontrar una mano de obra confiable. “Lograr un 100% de hermeticidad es bien complejo. Una persona con movilidad reducida no quiere tener más problemas de los que tiene en el día a día, a esto se le suma también que los maestros cumplan con los días de trabajo prometidos y que dejen limpio el lugar de instalación”, indica.
En sus inicios trabajaba sólo junto a un técnico, lo que implicaba que debía buscar clientes, atenderlos, transportar materiales, realizar instalaciones, entre otras tareas. Actualmente, cuenta con un equipo de nueve personas, lo que le ha permitido ampliar su enfoque hacia la creación de convenios con municipalidades y fundaciones. «El aprendizaje es un proceso constante. La investigación y el desarrollo de ideas y materiales llevan años», resalta. Hoy ha expandido su oferta, pasando de ofrecer simplemente el rebaje de tinas a incluir otros 10 productos, como protectores de salpicaduras de agua para duchas y asientos plegables en los muros.
Orellana también es profesor de Innovación y Emprendimiento en la Facultad de Arquitectura y Arte de la UDD. En esta faceta, hace hincapié en la importancia de no solo realizar proyectos arquitectónicos que mejoren la calidad de vida a bajo costo, sino que también “hay que tener liderazgo y responsabilidad pública”. En este sentido, aconseja a sus estudiantes: “tienen que creer mucho en su idea y observar lo que pasa en la sociedad. Hay muchos problemas que se pueden resolver a través de una necesidad. Hay que enfocarse en un público objetivo en el cual tienen que trabajar. Se tienen que apasionar mucho por lo que quieran hacer”, concluye.