Carlos Venegas y el mundo del emprendimiento: «Uno puede hacer cosas y llegar al infinito»
A principios del 2000, era lógico que un estudiante al titularse de la universidad entrara a trabajar y se dedicara 100% a su profesión, haciendo carrera en una empresa determinada. Ese era el camino que estaba siguiendo Carlos Venegas -titulado de Ingeniero Civil Industrial el 2001 en la Universidad del Desarrollo, sede Concepción- quien, tras viajar a Bélgica para hacer una maestría en Transporte y Gestión Marítima, inició vida laboral en la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP). Sin embargo, a casi 10 años de su ingreso a la ENAP, el libro “Padre rico, padre pobre” lo llevó a dar un giro en su vida. “Llevaba tres páginas y dije ‘tengo que cambiar’. La publicación habla de dos carreras, una era la de la rata, que era la que yo estaba siguiendo, y otra relacionada al mundo del emprendimiento, por lo que decidí cambiar a esta última”, recuerda.
En ese momento, le empezó a “picar el bichito de querer algo propio”, cómo él mismo señala. “Y también pensando en cómo es hoy la sociedad en términos laborales, donde muchas veces tú dices ‘me puedo proyectar, puedo llegar a la gerencia’, pero en realidad los días están contados de alguna forma. Antes uno podía pensar en la jubilación en la empresa, pero ahora es prácticamente imposible”, comenta Venegas, que al tiempo de haber leído el libro, recibió una oferta para ser socio y gerente del emprendimiento «Cardiored», la primera red cardiovascular en Chile que posteriormente fue vendida, en 2015, al principal proveedor de dispositivos médicos mundial, Medtronic, una empresa Fortune 500.
Luego de la venta, el ingeniero civil encontró una motivación más para continuar en el mundo del emprendimiento, ya que lo sucedido con su anterior iniciativa fue algo “enriquecedor en lo profesional. Eso me reafirmó que uno puede hacer cosas y llegar al infinito”, destaca. Gracias a lo anterior, el hoy empresario se enfocó a crear startups relacionadas a la innovación en salud, por lo que adquirió conocimientos sobre cómo desarrollar negocios. Así creó «Med360», un sistema de optimización clínica que conecta a pacientes y médicos.
Actualmente está involucrado con varios proyectos, pero su mayor concentración está en la aplicación móvil «Keeper», la cual busca que los vecinos de un condominio o edifico puedan formar una comunidad y lograr una conectividad. “Cuando creamos Keeper, junto a mis socios pensamos en todos los errores y aciertos que habíamos cometido y lo construimos. La elaboramos para que fuera fácil, para que ofreciera un sistema de valor importante y que fuese además disruptivo en su propuesta de mercado”, destaca el emprendedor que tiene como meta internacionalizar la App.
Pese a que Venegas salió hace más de 20 años de la universidad, ha vuelto para vincularse al mundo del emprendimiento de la UDD. “Lo bonito con el vínculo con la universidad es que traspasa tu tiempo de estadía formal de estudio, porque puedes vincularte con ella mucho tiempo después de haberte titulado”, comenta el Ingeniero Civil Industrial, que gracias a su trayectoria llegó a ser parte del directorio de la Red de Emprendedores de la UDD, la cual se encarga de generar oportunidades de desarrollo y aprendizaje a los egresados que buscan emprender.
Venegas ha visto a muchos universitarios con ganas de tener su propio emprendimiento y, debido a su experiencia, les aconseja que deben ir mejorando día a día para lograr una diferenciación con respecto a la competencia. “Una cosa es un negocio y otra cosa es una startup. Entonces, esa diferencia es la que tienen que lograr para volar el día de mañana”, concluye.