Investigación UDD busca anticiparse a la metástasis en el cáncer de mama
Una investigación llevada a cabo por un equipo del Centro de Medicina Regenerativa del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Universidad del Desarrollo (UDD), busca anticiparse a la metástasis en el cáncer de mama, a través de la sangre de los pacientes, abriendo así una nueva posibilidad de prevención y de contar con un diagnóstico temprano y oportuno.
Esta línea es liderada por Lorena Lobos González, quien se ha enfocado en estudiar el rol de los exosomas secretados por células tumorales de cáncer de mama y cómo la carga de determinadas proteínas y microRNAs son clave en la tumorogenecidad. Los exosomas son microvesículas secretadas por todas las células y que, cuando se trata de células tumorales, sus mensajes pueden tener distintas funciones, como promover la metástasis y el avance de la enfermedad.
En este sentido, la investigadora UDD explica que “estos ‘saquitos’ celulares o exosomas podrían encontrarse en la sangre, haciendo la detección más simple, a más bajo costo y, lo más importante, a tiempo, perfilando un aumento en las ventanas terapéuticas de la enfermedad”.
A su vez, junto a su equipo, descubrieron que, dentro de estos ‘saquitos’, hay proteínas como la lactadherina que son promotores del cáncer. “Esta proteína, cuando las mujeres están en proceso de lactancia, se sobreexpresa en la mama y está presente en altas cantidades, pero con un rol benéfico, que es ayudar a la inmunomodulación de la leche materna de la madre al hijo. Sin embargo, hemos visto que cuando hay un tumor, esta proteína vuelve a sobreexpresarse, no sólo en la mama, sino en estas pequeñas vesículas circulantes en el plasma”, indica.
En palabras simples, este hallazgo es similar a tener una especie de antígeno prostático (proteína que permite la detección del cáncer de próstata), pero para el cáncer de mama. “El beneficio, entonces, es que podríamos anticiparnos a la generación de una metástasis. Una mujer, después de su mastectomía, genera una fibrosis y muchas veces los controles imagenológicos no pueden decir si volvió o no el tumor. Entonces, en ese momento, uno podría tomar una muestra de sangre y, si ésta nos mostrara que hay lactadherina, se daría la sugerencia clínica de continuar con estudios más específicos, pues en sangre hay un biomarcador circulante que indica que hay tumor”, concluye Lorena Lobos.
Actualmente, la investigación se encuentra en la etapa de reclutar pacientes que tengan o hayan tenido cáncer de mama, con el fin de probar esta técnica ya estandarizada, mediante la realización de exámenes de sangre y ver si se detecta o no la presencia de esta proteína.