Desde el año 2018, los investigadores de la Facultad de Diseño, Francisco Zamorano y Catalina Cortés, han trabajado en el proyecto TAMI (Tangible Mathematics Interface), en colaboración con la Facultad de Ingeniería, de alumnos de pregrado, y la alumni de Diseño María Elena Errázuriz. El esfuerzo dio como resultado una patente de invención, otorgada por Inapi (Instituto Nacional de Propiedad Industrial), que comprende su protección, reconociendo el nivel inventivo y originalidad del dispositivo. Esto permite, por ejemplo, licenciar la tecnología a un tercero, o generar alianzas para el desarrollo tecnológico de TAMI con empresas colaboradoras.

TAMI es una interfaz para facilitar el aprendizaje de matemática. Permite realizar experiencias pedagógicas interactivas, donde los estudiantes aprenden de manera intuitiva, exploratoria y colaborativa al manipular los elementos digitales y físicos de la interfaz.

“Felicitamos al equipo de investigadores por este tremendo logro y las proyecciones de TAMI en la educación chilena. Este es un gran hito para Diseño y para la UDD, transformándose en la segunda patente de invención que nos conceden como universidad y como facultad. Nuestros investigadores están en una etapa crucial, trabajando rápidamente para transferir esta tecnología y así llegar a los estudiantes que más lo necesitan”, afirmó la decana de la Facultad de Diseño, Alejandra Amenábar.

Francisco Zamorano, por su parte, explicó que TAMI ha probado ser una buena manera de acercar la matemática a los estudiantes: “Creemos que, a través de la colaboración apoyada por la tecnología, los alumnos pueden quitarse el miedo a aprender algunos conceptos que son difíciles. El haber obtenido la patente impulsa el mayor desarrollo tecnológico de nuestro proyecto para que se ajuste al contexto escolar”.

En tanto, la investigadora Catalina Cortés señaló que “TAMI se apoya en el concepto de la cognición corporal para el aprendizaje de la matemática, que ha sido relevado por la investigación previa, y lo operacionaliza aprovechando el potencial de las interfaces tangibles para el aprendizaje colaborativo. Esto abre un amplio campo de exploración para la creación de recursos didácticos tecnológicos para el aprendizaje, que por lo general se han orientado al desarrollo de aplicaciones digitales de uso individual”.

La patente de esta nueva invención fue resultado del trabajo desarrollado por los inventores de la Facultad de Diseño junto a la Dirección de Transferencia Tecnológica iCono UDD. «En la Dirección de Transferencia Tecnológica estamos felices con este nuevo logro mancomunado, y del que nos sentimos totalmente parte, ya que hemos apoyado a la Facultad de Diseño desde que percibieron que tenían un «resultado» con potencial y tomaron contacto temprano con la oficina, lo que nos permitió elaborar una estrategia de protección efectiva, luego hemos seguido apoyando el proyecto en su desarrollo tecnológico codo a codo con los inventores, por lo que esta segunda patente concedida a la UDD, en un año complejo para todos a raíz de la pandemia, viene a coronar el trabajo conjunto», destacó el director de iCono UDD, Rodrigo del Canto.

Cabe señalar que esta patente se suma a la obtenida hace algunos meses por el proyecto Papel Antibacterial, iniciativa perteneciente también a la Facultad de Diseño.