Consejo experto: La importancia de ser un buen líder
¿Sabes motivar y guiar a tus empleados? Descubre las claves para transformarte en el jefe que tu equipo quiere que seas.
Un jefe íntegro no sólo debe pensar en su negocio, el crecimiento de éste, en el consumidor y los productos, sino además en la importancia de tener un equipo de trabajo lo suficientemente motivado, feliz y comprometido para que exista un sentimiento positivo de comunidad y entrega hacia la organización, fomentando la creatividad y productividad de los trabajadores.
Hoy en día las posiciones de jefatura han tomado un giro importante a nivel de relaciones con sus empleadores. El prototipo de un jefe extremadamente autoritario, que inspira miedo a su equipo e impone sus argumentos está cada vez más en el pasado, siendo reemplazado por líderes que escuchan y toman en cuenta las propuestas del grupo y el objetivo común propuesto.
¿Cómo podemos saber si estamos ejerciendo un cargo solo de jefatura o estamos siendo jefes líderes? O, ¿cómo saber si nuestros jefes lo son?
A continuación te presentamos acciones propias de un jefe con actitud de líder, las cuales te ayudarán a diferenciar entre ambos tipos de jefaturas, pudiendo potenciar tus habilidades si te encuentras en una posición como esta:
Un jefe líder:
- Puede delegar responsabilidades, confiando en su equipo, entregándoles desafíos constantemente y ayudándolos a aprender a resolver problemas sin su intervención.
- Conoce a sus empleados y sus motivaciones. Lo bueno siempre lo hace notar y se impone como deber el descubrir qué empleados hacen lo que se les pide en sus puestos de trabajo y quiénes hacen todo lo que pueden.
- Autoriza a su personal a tomar decisiones. Si ésta es equivocada o manejan una situación de una forma distinta a como lo haría personalmente, puede escuchar y entender las razones de la decisión. Es importante darles libertad a los empleados, manteniéndolos informados en todo momento.
- Entiende que el éxito de una gestión se produce mediante la sumatoria de los el esfuerzos de los empleadores y el suyo, hablando de un “nosotros” y no solo de un “yo”.
- Puede entregar las críticas constructivas en privado y las alabanzas en público. La idea es ser cercano con los empleados, compartiendo las inquietudes que puedan surgir en el grupo en relación tanto a la vida personal como a nivel laboral.
Carla Albertini D.
Psicóloga Coordinadora Empleabilidad
Alumni UDD
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