Igual como las empresas reclutan a su personal, el director escoge talentos que prometen un futuro. Si de trabajo en equipo se trata, no existe mejor comparación que una cancha con jugadores buscando una meta en común, quienes cuentan con fuertes, estrictos y constantes entrenamientos, lo cual los lleva al camino del éxito y el talento, tal como sucede a un empleador en su trabajo. Además del espíritu de equipo, el candidato debe tener la cultura de la empresa que lo contrata, o del club por el cual juega, con el fin de desarrollar su potencial, alineado a las expectativas de su director.

Quien recluta tiene 2 tareas principales para lograr con éxito la búsqueda de un candidato idóneo: En primer lugar, descubrir talentos, y luego analizar las competencias de éste en pos de una contratación. Para lograr esto deben ser capaces de observar al jugador o candidato en distintos contextos: jugando con distintos climas, de local, de visita, con el equipo completo, con parches, rojas o amarillas. En palabras simples, entendiendo su comportamiento frente a las distintas situaciones donde podría verse enfrentado.

En una entrevista se ahondará bastante con las preguntas realizadas, con el fin de obtener esta información lo más completa, limpia y coherente posible. En esta etapa el reclutador debe ser capaz de interpretar los aspectos verbales y no verbales del jugador, o bien de los candidatos. Sus acciones, relaciones interpersonales, respuestas ante presión, disciplina, trabajo en equipo, o la habilidad que consideremos relevante para cierto tipo de trabajo, serán fundamentales para determinar una toma de decisiones.

Es difícil saber con anterioridad quién llegará a ser un buen jugador y quien no, lo mismo sucede cuando se apuesta por un candidato. La psicología y la capacidad de entender la personalidad de las posibles adquisiciones sirve para adelantarnos y predecir posibles comportamientos futuros. Los reclutadores se basan en herramientas concretas tales como test, entrevistas y referencias de ex jefaturas, pero además muy fuertemente en la intuición. Un jugador talentoso no se conforma por solo estadísticas y resultados medibles en la cancha, más bien es por sobre todo, una persona con capacidad de decisión, espíritu de equipo, entrega y motivación.

Carla Albertini D.

Psicóloga Coordinadora Empleabilidad

Alumni UDD

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