Qué tan importante es el aprendizaje socioemocional en los niños durante su etapa escolar y cómo influye en su rendimiento académico fue el tema central del seminario “Emociones y Educación ¿o la educación de las emociones?” organizado por las facultades de Psicología y Educación de la Universidad del Desarrollo.

La actividad comenzó con la intervención de la psicóloga Neva Milicic quien presentó la charla “El aprendizaje socioemocional en el contexto educativo”, en la que explicó la importancia de la inteligencia emocional en los estudiantes, pues quienes la poseen presentan menos síntomas físicos, ansiedad social y depresión, mayor autoestima y satisfacción interpersonal, además de percibir los estresores como menos amenazantes y tener mejor rendimiento académico, entre otros.

Como sugerencias para un buen trato y aprendizaje para los educadores, la psicóloga planteó trabajar en la alfabetización emocional, reconocer las fortalezas, usar incentivos más que castigos, usar retroalimentación de forma frecuente y tener salas de clases con menos alumnos, como máximo 30.

Por su parte, el psicólogo Felipe Lecannelier, docente UDD, realizó la presentación “Apego y aprendizaje socioemocional: Un programa de intervención en educación parvularia”, en la que destacó la importancia de que los colegios generen contextos seguros libres de estrés para que el aprendizaje cognitivo sea posible. Para esto, acentuó como un elemento fundamental el vínculo entre el profesor y el niño, el cual explicaría en gran parte el rendimiento escolar y, a su vez, el nivel de satisfacción laboral y personal del profesor.

Para lograr un buen vínculo, Lecannelier recomendó al profesor poner atención en el estrés del niño, y tener capacidad para empatizar y regular situaciones estresantes. De esta forma, el niño puede desarrollar habilidades socioemocionales y establecer un sentimiento de seguridad hacia su colegio.

La presentación finalizó con la charla de la profesora en Educación Especial y Diferencial, Claudia Palacios denominada “Alianza familia-escuela, engranaje indispensable para el desarrollo socioemocional”, en la que planteó una alianza entre padres y educadores para el desarrollo afectivo-social de los niños, a quienes deben aceptar y apreciar tal cual son, pero a la vez exigirle en ciertos ámbitos.

Para esto, recomendó reforzar la autonomía e independencia de los niños, tener una actitud comprensiva, ser respetuoso y empático, estimular la creatividad, organizar actividades para facilitar las relaciones sociales, hacerle comprender las reglas y restricciones, fomentar el sentido del humor, entre otros.